Veladas mágicas en piloto automático
caminatas sin rumbo en la ciudad melancólica
nos saltamos la reja y observamos el ático
de Valparaíso, la ciudad anacrónica.
Nosotros sabíamos que la noche era nuestra
así que no nos quedamos con las ganas
y nos importó todo una cresta
incluso cantamos y armamos una orquesta.
Qué tengo que decir de esto,
sí, me encantan estas noches locas
no sé del todo si tú estabas dispuesto
a beberte conmigo tal número de copas.
Sólo sé que me alegra vivir de esta forma,
que me gusta todo este tipo de juergas,
están básicamente contra toda norma
y lo que digan los demás... que nos importe una verga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario