Bohemia porteña

Veladas mágicas en piloto automático
caminatas sin rumbo en la ciudad melancólica
nos saltamos la reja y observamos el ático
de Valparaíso, la ciudad anacrónica.

Nosotros sabíamos que la noche era nuestra
así que no nos quedamos con las ganas
y nos importó todo una cresta
incluso cantamos y armamos una orquesta.

Qué tengo que decir de esto,
sí, me encantan estas noches locas
no sé del todo si tú estabas dispuesto
a beberte conmigo tal número de copas.

Sólo sé que me alegra vivir de esta forma,
que me gusta todo este tipo de juergas,
están básicamente contra toda norma
y lo que digan los demás... que nos importe una verga.

Vida y muerte

Amor de Valpo,
noches sin sueño
días de caminatas.

Hicimos el amor
bajo las estrellas
y nos consumimos
como un meteorito.

Que daría por
repetir aquellos días
felices, despreocupados.

Me encantaría
volver a sentir el
calor de tus dedos
en mi vientre.

Pero no se puede
todo se caduca,
el amor también.

Y todos los días
que gasté en ti
y todas las horas
junto a ti
y toda mi atención
empeñada en ti
y todas mis creaciones
inspiradas en ti
murieron, murieron, murieron;

sólo ahora que ya sanó
puedo darme cuenta
que estás más sobrevalorado
que el primer amor.

C.C.

Un día me dijiste loca
te respondí que no me importaba
pues si me medicaba
cambiaba la cosa;
pero para tu mediocridad
no hay remedio.

Quizá habría sido si nos hubiésemos conocido en otra vida, porque la que me tocó ahora es sólo para sufrir; tú eras lo contrario a eso.

Hoy es la primera noche que no te extraño.
Ya no quiero dormir abrazada a ti, ni quiero oír tu respiración, y es algo que me da realmente mucha pena.
Es como si de un momento a otro, todos los sentimientos tan intensos que me ataban a ti hubiesen desaparecido, y me siento vacía.
Pienso en ti y no tengo pena por haber discutido horrible hoy, nada por el estilo... Simplemente me siento decepcionada y nada más.
Miro tus fotos y no me producen nada, y el miedo más grande que siempre tuve por fin se cumplió.

Tengo mucho miedo de verte y no sentir nada.
Tengo miedo de dejar de quererte...

Bloqueo mental

Palpitaciones en un ojo y la incapacidad de lograr algo coherente.
Tengo un cuaderno lleno de oraciones sin terminar porque se me vienen otras cosas a la cabeza.
Debo apartarme.

Que ya me cansé de joder
y ser jodido.
Sólo busco algo o alguien
para entregar y recibir.

Pero qué puedo hacer
si todos me joden por algún lado
me dan las ganas locas
de joderte a ti también.

Culpa

Un sinfin de buenas ideas que no hacen nada más que bailotear como luciérnagas que cuando las voy a coger se escapan. Quizá se deba al bloqueo mental de querer tener algo que no puedo; pero desearlo con tanta fuerza que sería capaz de casi cualquier cosa.
Es una química fascinante, que depende cómo se lleve de podría conseguir algo extraordinariamente bueno, o estrepitosamente fatal. Queda en nuestras manos la decisión de intentar arriesgarse. Yo lo haría, pero yo recién cumpliré los veinte en un par de días y no sé si tengo la responsabilidad que adquiriste con tu madurez.

Mar, Málaga, Madrid, Metro

Te encontré: entre un hotel de inspiración naïf con las clásicas sillas blancas de hierro forjado blancas y un colegio de monjas.
Pseudo-mirador con asientos rayados por idioteces de algunas mentes adolescentes llenas de ilusiones y ganas de seguir conociendo.
Me senté y veo el club de yates; me quedo anonadada mirando las micros y los trenes pasar, me llaman más la atención que el propio mar.
A mi derecha, una casa hermosa con un coqueto antejardín que me recuerda a Lorca. Entonces ¡chof! me acuerdo y saco el libro viejo de la mochila.
Me siento cómoda leyendo mientras un turista japonés me observa. Lo miro a los ojos y rápidamente me da la espalda y se va.
Tras una hora de lectura, me levanto y comienzo otra vez mi camino sin rumbo: veo al hombre de pantalones crema y su amigo o hermano; me tiento a seguirlo, pero recuerdo que estoy en ayunas y la cuesta es muy empinada.
Ahora que te encontré no puedo deshacerme de ti: son las tres de la mañana. Vuelve a ser la hora del demonio ya que no me consume el sueño como de costumbre: por fin estás conmigo de vuelta.
Te eché de menos, inspiración: fue grato encontrarte esta tarde perdida en algún mirador viñamarino.

reflexiones de recreo - pt. 1

trompeta-piano, trompeta-batería
recreo es málaga
l - f
-y qué manos me calzaron las espuelas? -estas manos que son tuyas, pero que al verte quisieran quebrar las ramas azules y el murmullo de tus venas; te quiero, te quiero, aparta! que si matarte pudiera, te pondría una mortaja con los filos de violetas
soy como una ola, cuando quieras hacer algo te puedo dar un empujoncito para llegar a la bahía, pero recuerda, soy una ola, así que cuando estés seguro te arrastraré conmigo a altamar; pero no te alarmes: cuando empieces a tener miedo te empujaré nuevamente hacia la arena; así seremos eternamente tú y yo

¿Sirve un te amo?

No hay llanto porque no hay un lugar donde lo pueda hacer. Quiero mi luto, quiero terminar de una vez con esto, sacarte de mí.
Obviamente, no es lo que quiero, pero es lo mejor para mí.
Dime tú, ¿de qué me vale esto? ¿de qué me vale tener colgando algo pendiente que jamás cerrarás tú?
Me gustaría que me quisieras tanto como yo a ti. Me gustaría que pudieses entender lo que pienso.
Me gustaría creer que estoy en lo cierto, que la imagen que he creado de ti es cierta.
Me gustaría poder escribir algo coherente.
Quiero viajar atrás en el tiempo y entrar en un bucle infinito de los buenos tiempos.
Estoy repitiendo palabras que ya he escrito una y otra vez.
No quiero que estés con nadie si no es conmigo.
No quiero estar con nadie si no es contigo.

¿Sirve un te amo?

?

Expresiones que quizá no quise decir,
me aterra perderte.

No quiero hacerlo, nunca.
¿Sirve ahora un te amo?

J

Cuando estaba contigo mis mejillas eran rosadas, fue cuando sonreí por primera vez en una foto... Mi cara tenía otro color y mis pómulos llegaban a estar hinchados de tanto reír.
Esa sensación de ser especial para alguien, de ser única... Es lo que más me gustaría sentir en este momento. Es lógico que te extrañe, siempre te extraño, sobre todo en Septiembre. Cuando no estás acá, cuando hace tres años que no acaricio tu pelo.
Hace tres años te prometí en las escaleras de mi portal bajo una laguna de lágrimas que siempre estaría contigo. Es la única promesa que he roto en mi vida, y me siento tan culpable...

Un par de días atrás, olí tu perfume en el metro, pensé todo el día en ti, hasta que un clon tuyo se subió en el autobús. Fueron los treinta minutos más intensos de mi vida. Sólo quería levantarme y abrir la ventana para que me ayudase y saber si eras tú. Tenía planeado que al verte te besaría al instante y te cogería de las manos, después te recriminaría porqué tardaste tanto en venir pero finalmente nos fugaríamos.

El sueño de fugarme que lleva en mi cabeza desde mi infancia. Es sólo eso; el placer que me daría salir de la rutina y hacer lo que todo el mundo creería impensable de mí: tener otra persona y fugarme de un día para otro. Irme a la otra punta del mundo con mi supuesto amante, el sueño de adolescencia que creí que se estaba cumpliendo en ese momento. Me saqué las gafas de sol para que pudieras ver que era yo, la misma Pabla que conoces como a nadie y fuiste el primero en conocer. Y esperé expectante a que te levantases de tu asiento.

Después de unos veintitantos minutos luchando conmigo misma para no acariciar "tu" pelo, se me cayó el mundo cuando me di cuenta que no eras tú, que era un chico que simplemente se parecía ligeramente y que la miopía y mis ansias de verte hicieron que se convirtiese en un clon tuyo. Reí mientras me tragué un par de lágrimas, hasta que por fin llegué a casa, ahí pude llorar tranquilamente y pensa en lo imbécil que soy, y que después de tres putos años sin verte, aún el corazón me va a mil cuando me acuerdo de tu pelo.

???

No un amor físico como el que estaba acostumbrada, algo más profundo, una conexión intelectual.
Quizá eso era lo que más me daba miedo del asunto.