2 mar 2012

A una puta

Hoy he vuelto a ver tu puta cara, ¿sabías? me había olvidado de la cara de puta que tienes. Tienes cara de puta bien usada, de coño hediondo.
Yo pensaba que eras un poco más digna, claro, joder, cómo se me ocurre pensar que una mala puta va a ser digna. Cómo no. Ibas a aparecer arrastrando tu cuerpo fofo y tu coño apestoso, dejando todo el mar, qué coño, dejando todo el puto pueblo con un olor nauseabundo.
Das asco, das asco y lo sabes, te das asco a ti misma. Eres Sucia. Sucia. Sucia. Eres Sucia. No solo me das asco a mí, sino a todos quien te rodean, pero no se atreven a decírtelo porque saben que aparte de puta, eres débil. Y vas a llorar. Vas a llorar como una puta malherida. Porque no eres más que eso. Una puta. Una puta deseosa de una polla, pero nadie quiere entregártela porque saben que eres sucia. Sucia, sucia como los perros que te siguen cuando vas a casa. Te siguen porque huelen el olor a marisco podrido que emite tu coño.
¿Te he dicho ya que eres sucia? Porque eres sucia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario