23 may 2013

Sal de ahí

Estoy harta que sigas dando vueltas en mi cabeza, quiero borrarte de una puñetera vez; no puedo tenerte, y cuando pude tenerte tú no pudiste tenerme a mí: estamos destinados a no ser nada, a desvanecernos, a ser un par de personas que se conocen y mantienen el saludo y NADA MÁS.
No quiero ser la otra, no quiero seguir pensando en ti, no quiero seguir acordándome de tu cara, de tus manos, de tu pelo, de tus orejas, joder, recuerdo bien hasta tus orejas... Me encantó acariciarlas, pero fue cosa de una vez.
Sólo una vez, pero esa puta vez no puede dejar de dar vueltas en mi cabeza. Y ya no existe nada, nada físico que pueda recordarme ese día, pero siempre está ahí, siempre estás ahí. Siempre, siempre, siempre, siempre. Me pone de los nervios ir a mi habitación e imaginarte; es terrible. Eres terrible.

Lo peor es que te llamo y me pongo tan nerviosa que no sé qué decirte... Creo que soy una imbécil, no sé si tú te enteras de lo que está pasando, pero espero que jamás lo hagas.
Debería pedirte que cortemos relaciones, pero creo que hace un mes que ya lo hicimos.
Creo que debería empezar una nueva vida, conocer más chicos, tener un hobby... Pero no puedo. Siempre está tu recuerdo en mi cabeza.

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