-Yo no suelo hacer estas cosas-decías mientras jugueteabas con la hierba entre tus dedos. Con una mirada me invitaste a sentarme contigo en tu tabla, y así lo hice. Me abrazaste.
-¿Qué piensas hacer?-pregunté nerviosa, mirando al suelo. No me respondiste, simplemente me besaste.
-No deberíamos hacer esto...
Te levantaste, y yo te seguí. Fuimos caminando durante unos instantes ignorando lo que había ocurrido. Paraste. Me paré. Una mirada fugaz y sin darme cuenta me volviste a besar otra vez.
-¿A qué te dedicas, Pabla?
-A cavar mi propia tumba
No hay comentarios:
Publicar un comentario