30 ene 2011

A ella.

La otra vez leí mi blog de arriba a abajo. Y no encontre ni tan sola una entrada dedicada a ella, a pesar de que haya sido una de las personas más importantes en mi vida. Así que me puse a pensar que debería escribirle alguna.
Horas después, hablé con ella y me comentó lo mismo. Y de veras, me sentí realmente mal. Por hacerle creer en algún momento que no le importaba.
Pero me importa.
Me importa tanto que no sé cómo decírselo, ya que esta entrada lleva en el borrador varios días.
Quizás tenga que contar la historia interminable, de cómo nos conocimos.
De cómo una chica llegó a hablarme porque le gustaba mi ropa llena de imperdibles, (admito que por esas fechas yo vestía como Nancy Spungen) y de esa charla tonta con monosílabos (por mi parte, ya sabe ella que soy la persona más tímida del mundo) empezamos a conocernos, más y más, hasta convertirnos en unas muy buenas amigas.


esto es de cuando cumpliste 16



Me hacía reír hasta que me dolía el estómago. Pese a todo, yo siempre la quise (y la quiero) muchísimo.
Aunque a veces nos peleábamos, e incluso una vez estuvimos meses sin hablarnos, pero después lo arreglamos y volvimos a ser las mejores amigas del universo.


esto fue de una de las miles de las veces que me castigaron y viniste a merendar a mi casa



También hubo una época en la que nos distanciamos, por un chico, mi ex. Pero al principio eso hizo que nos uniéramos más. Yo me acuerdo perfectamente de cuando nos llamábamos por las noches. Yo le preguntaba a ella que si yo le gustaba a él. Y ella me respondió un día que sí. Empezamos a salir, y yo, me porté bastante mal.



El chico y yo estuvimos un año y medio y en ese tiempo, cometí el error de distanciarse de mis amigas.
Pero después, cuando me dí cuenta de el error que había cometido, volví con ellas, y a los meses después, lo dejé con mi ex.
Entonces, nos convertimos de nuevo en muy buenas amigas. Íbamos a muchos sitios juntas, y ahora, que éramos más mayores, salíamos de noche, ligábamos con chicos, hacíamos muchas cosas que hacen muy buenas amigas.



En fin, ahora viene lo que realmente mola. Después de muchos momentos compartidos, vividos, reidos o como quiera ella llamarlos me he dado cuenta de algo muy importante.
La quiero mucho.
A ella, mi gran amiga, mi "sistaaah" (con voz de negra chunga).
Y hay muchos aspectos que me gustan de ella.
Me gusta que me de buenos consejos, me gusta que a veces sea tan misteriosa, me gusta ahora que se ha quitado las gafas, me gusta que me quiera tanto como yo a ella, me gusta su lado esotérico, me gusta ella pasado, es decir, la chica que quería estudiar medicina sobre todas las cosas.
Me gusta también el modo en el que ríe. Sus dedos largos y finos de pianista.
Su delgadez, su culo gordo (lo siento, tenía que mencionarlo), su altura estratosférica.
Me gusta su tono de voz, bastante agudo, pero después de un tiempo te das cuenta de que no puedes vivir sin él.
Me gusta la carta que me escribió...
En fin, me gusta ella.


Y ella se llama Miriam.

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